miércoles, 22 de abril de 2015

¿Puedo preguntar, profesor?/Te regalo una pluma por tu voto de castidad/Zapatos Ferragamo, playera Abercrombie

¿PUEDO PREGUNTAR, PROFESOR?

Desde siempre nos han enseñado que el hacer preguntas es para los chismosos, los metiches, los entrometidos, que ser curioso está mal, que hay que quedarnos con lo que nos dicen sin cuestionar. Al que inquiere se le dice despectivamente ‘preguntón’. Preguntar está mal, nos han inculcado y obligado a creer. ¿Por qué? Si no se pone en entredicho las cosas, se aceptan como absolutas y no se genera conocimiento. Sin preguntas no hay filosofía, y sin filosofía no hay conocimiento. Si no hay duda, no hay descubrimiento, no hay erudición. Aquel que pregunta es el odiado, el bicho raro, el que estorba, el que cae mal, el nerd. Los (pseudo)estudiantes prefieren no dudar de lo que el profesor dice, es de su agrado no pensar y ocultarse bajo la máscara del que estudia y hace caso para pasar desapercibido. El miedo a preguntar, a debatir, a sobresalir, a poner en duda lo que alguna autoridad dice, ha permeado dentro de las aulas de estudio como en la calle o como en los puestos gubernamentales. ¿A dónde se fue el conocimiento y cuándo huyó de nosotros?

TE REGALO UNA PLUMA POR TU VOTO DE CASTIDAD

Ahí, en las (pseudo)universidades privadas regalan plumas a quien proporcione los datos de alguien en forma de recomendación para que se inscriba en la universidad después de un cortejo institucional y una invitación formal. Pues ni que fuera Dish. Se supone que es una Universidad, no una empresa. A los empleados no les interesa esa sentencia tal vez por cinismo, tal vez por ignorancia. ‘Sí es una empresa’, dicen orgullosos y enseguida dudan de su insensatez pensando en que no debieron haber dicho eso. Si las universidades de paga se preocupan más por el dinero que por la educación, si son empresas, entonces la figura del rector es un chiste, un juego, una pantomima al inconsciente de los clientes, estudiantes, plátanos o lo que sean.

ZAPATOS FERRAGAMO, PLAYERA ABERCROMBIE  


Hasta en Youtube aparecen los anuncios de las (pseudo)universidades. Publicidad pura. Empresarialismo puro. Venden su marca y les funciona de maravilla. Pensaba que la publicidad eran cuentos y que los anuncios los estructuraban guiándose por la parte estética solamente. He descubierto que no. Todos los anuncios se construyen delicada y cuidadosamente para mandar mensajes al inconsciente. Mensajes de supremacía de la marca, mensajes de venta, mensajes de consumo, mensajes que juegan con la psicología de la persona. Por eso al vestir, usar o comprar cierta marca, el status de alguien inmediatamente se va al suelo o al cielo. La publicidad sí manipula. No tengo duda. La publicidad sí manipula. Es cierto. La publicidad sí manipula. Lo creo. La publicidad….sí manipula, pero sólo a los estúpidos. 

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