Se nos ha heredado como premisa absoluta la idea de
estudiar para ganar dinero. Creo que quien piensa eso se equivoca rotundamente
y ahí radican muchos problemas del dominio del más poderoso, es decir, del que
tiene más dinero sobre el que no lo tiene; del superfluo sobre el que piensa;
de la moda sobre las ideas. Usando la ocurrencia del filósofo Leonardo Da
Jandra: si se quiere ganar dinero hay que convertirse en chulo de puta,
narcotraficante o sicario. Yo agregaría: si se quiere ganar dinero hay que ser
servil, corrupto, hacerse el tonto, agachón o convertirse en político. No se
estudia para ganar dinero. Se trabaja para ello. Con base en esa conclusión
definiría que la causa real por la cual se estudia es para tener más
oportunidades de conseguir un mejor sueldo para cubrir necesidades básicas y
tener algunas comodidades mediante el desarrollo profesional en el área de
preferencia de cada quien. Pero es muy difícil aprenderse esta frase. En tanto,
es mucho más fácil responder y ser empático a la ilusión de que el que estudia
va a ganar mucho dinero. Se debe de afirmar que el objetivo verdadero de
estudiar es en primera instancia, como formación individual, personal y
democrática-ciudadana. Con base en ello, el dinero, eventualmente, llegará a
los bolsillos de cada quien.
Lamentablemente existe una paradoja, una contradicción o
un obstáculo respecto a esto: los planes de estudio de las universidades no están
hechos para cultivar ciudadanos democráticos, críticos y conscientes de ellos
mismos y del entorno, sino que su objetivo principal, yo diría, no es educar ni
enseñar, sino entrenar a los jóvenes para ser mano de obra barata que sirva al
capataz de alguna empresa. Entonces, ¿cómo lograr que la educación se entienda
como formación de un ciudadano en lugar de verla transformada en dólares? ¿Cómo
combatir contra el pensamiento equivocado sobre la educación si en las escuelas
se enseña que la democracia sólo es ir a votar? ¿Cómo hacer que se comprenda la
verdadera función del estudio si la tecnocracia pasa por encima del pensamiento
crítico en las aulas? Complementando el desarrollo académico tecnocrático con
el aprendizaje fuera de ellas. “Los libros siempre superarán lo que se enseña
en la escuela.”
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