viernes, 27 de noviembre de 2015

La vieja práctica de la censura en el renovado PRI

La gestión del presidente Luis Echeverría, en aquellos años de los setentas, se caracterizó por el control que ejercía sobre los medios de comunicación: ninguno estaba autorizado para ejercer la crítica a su gobierno o hablar mal de su mandato o de su figura. Entre todos los medios sumisos existió el Excélsior rebelde dirigido por Julio Scherer. Ese Excélsior a diario sacudía al gobierno y era de los únicos medios importantes del país que en sus publicaciones había un contenido crítico, diferente a todos los demás que se dedicaban a publicar contenido oficialista.

Después de ponerle muchas trabas y dificultades al periódico de Scherer, como cortarle el suministro de papel para impresión o sesgarle los ingresos al medio por la vía de prohibir a las empresas publicitarse en Excélsior, Luis Echeverría, miembro del PRI, logró censurar, callar e incluso correr a los periodistas con las voces más críticas del país en ese entonces: Julio Scherer y su equipo, entre ellos Miguel Ángel Granados Chapa.

A principios del mandato de Enrique Peña Nieto, miembro del PRI, el programa Nocturninos, caracterizado por su sátira política, ideas incluyentes respecto a la homosexualidad y al consumo de la marihuana, repentinamente salió del aire.

Después, Canal 22 comenzó a tener una línea editorial oficialista donde todos los días su noticiero, por indicciones de su director, Raúl Cremoux López, debía de incluir información sobre las actividades del presidente Peña.

Como contrapeso surgieron los programas El Observador y Global 22, programas los cuales tocaban temas de derechos humanos, movimientos sociales, equidad de género y defensa de periodistas en México y en el mundo.

Más tarde, como consecuencia de desacatar la instrucción de no transmitir información alguna en el noticiero cultural Noticias 22 del despido del quipo de Carmen Aristegui de MVS, Cremoux López dio la orden de que se revisara el contenido de los programas antes de la transmisión al aire para que la Dirección General del canal los aprobara o no.

La disconformidad por parte de algunos reporteros sobre la censura del contenido en programas como El Observador, Global 22 y Noticias 22 llevó a varios comunicadores y periodistas a exigirle a Cremoux que les diera el derecho de réplica, ya que él argumentaba durante el tiempo aire del Canal que el recorte de contenido no era censura, sino que los programas se habían cancelado por falta de presupuesto. Desde ese momento, alrededor de 20 periodistas han sido despedidos del canal o amenazados de serlo.

No está de más recordar otra situación, ya mencionada, de censura en lo que va del sexenio del PRI: Aristegui-MVS, que debido a un reportaje sobre la Casa Blanca de Peña Nieto, la empresa de telecomunicaciones decidió despedir a los periodistas involucrados en la investigación con una razón más discreta a la evidente.

Las prácticas autoritarias y de censura del PRI siguen siendo las mismas: el control de los grandes medios de comunicación. Estamos por llegar a la mitad del sexenio, aún faltan otros tres años.

Sentémonos a esperar en nuestro mejor sillón para ver qué otros programas desaparecen o qué otros periodistas son despedidos, mientras que disfrutamos de observar Sabadazo, Venga la alegría y Hoy, porque gracias al Señor, esos programas nunca desaparecerán. 


Imagen tomada de noticiasdelcentro.mx