Cansa
ver tanto spot electoral en la televisión con mensajes que no dicen nada. Qué
falta de creatividad para realizarlos. Esas sí son chingaderas como el spot del
PAN. ¿A poco no? ¿A poco no tienen cola que les pisen? ¿A poco ningún panista
tiene un reloj de millones de pesos o alguna casita en las Lomas? El que esté
libre de pecado que tire la primera piedra. Y no es que sea priista porque
vendría siendo la misma chingadera. ¿A poco no se lee mejor el mexiverbo ‘chingar’
de lo que se escucha en televisión? ¿Lo estoy ocupando bien? Ni tampoco soy Verde
con sus promesas de resolvernos la vida sin decirnos de qué forma. ¿Con una
varita mágica o con alguna otra chingadera? Nos tratan como idiotas. Ni decir
del PRD que muy curiosos y muy acusadores con su spot en tonos azules para el
misterio e imágenes de priistas y joaquines. Nos están llevando al despeñadero.
Pan (con minúscula) y circo para el pueblo. ¿Turquesa? A huevo. ¿O se escribe ‘a
güevo’?
Probablemente
estas sandeces carentes de inteligencia, compromiso y propuesta son proporcionales
a nuestra exigencia. Probablemente, como conjunto o sociedad, nos lo merecemos.
Pero YO, como individuo, creo que no me lo merezco. ¿Tú sí? Se ofenden, se contestan,
se desacreditan, no informan, sólo venden. Y las soluciones, ¿dónde quedan?
¿Partidos políticos aquí en México? ¿Dónde? No hay. Yo veo
partidos-empresariales. “La guerra de las colas”. No como la de Sabrina o la de
Carmen Salinas. Me refiero a Pepsi y Coca-Cola con su guerra publicitaria desde
mediados de los 70 para atraer consumidores. Esa es nuestra guerra electoral.
Nuestro pan de cada día. “Maldito PRI, tú me hiciste eso” “Qué poca madre
tienes, PAN” “Se loj dije, noj iban a llevar al dejpeñadero.” Ataques y
contrataques. “Yo soy más que tú y te voy a joder a ti”: La maldita idiosincrasia
del mejicano: joder al de al lado. Una maldición de Quetzalcóatl en tierra de
nadie. ¡Basta! En esos dimes y diretes, chismes de calle, decidimos nuestro
voto, decidimos a la gente que nos va a gobernar, el líder que nos va a dirigir.
Es decepcionante. Ni que viviéramos en Ventaneando o con Paty Chapoy. Los
partidos políticos-empresariales deberían de disputarse el voto de cada ciudadano
con base en propuestas bien estructuradas y mejor explicadas para el beneficio
de cada uno de nosotros y no agarrarse del chongo como Poncho de Nigris y la
Tigresa para recibir más dinero público, o sea, tuyo y mío, caray.
Yo estoy
harto, no sé tú. Por eso, como joven, lo que a mí me gustaría ver en un spot
electoral para creerles mínimamente sería, en primer lugar, una autocrítica
hacia su partido con soluciones para corregir sus errores, me gustaría que el
líder del partido esté frente a las cámaras. Si no hay autocrítica, no hay
mejora. Me encantaría ver en cada spot una mesa de intelectuales donde se
preguntaran sobre los problemas del país e intentaran dar soluciones y donde
cuestionen al partido que está realizando el spot. No sólo escritores o
periodistas, también economistas, politólogos; gente pensante. Si algún partido
se atreviera a hacer algo parecido, creo, entonces, que estaríamos avanzando
porque se le daría importancia a la gente que proporciona ideas e interpreta
realidades para intentar una solución; y además, le darían espacio a la crítica
interna y externa del momento del país en lugar de negarla o ignorarla. Ya no
basta con promesas o compromisos sobrepuestos y sugeridos. Debe de haber autocrítica,
hacer algo diferente y darle espacio a la gente que genera ideas. No es
suficiente mencionarlas, sino decir cuáles son esas buenas ideas, cuáles son
esas soluciones y cómo se va hacer lo que proponen. Ningún partido en estos
tiempos de elecciones ha dicho algo similar.
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