lunes, 16 de marzo de 2015

Je suis Aristegui

Como lo dije anteriormente (Charlie Hebdo): el periodismo por naturaleza y sentido común es un ejercicio de libertad de expresión. Sesgar estos espacios es un atentado a esa condición. Carmen Aristegui junto a su equipo de periodistas, ofrecían constante información crítica sobre la corrupción política, daban espacio al debate reflexivo y abierto en sus mesas de análisis con Denise Dresser, Sergio Aguayo y Lorenzo Meyer, espacios que cada vez hay menos en radio y televisión y que como ciudadanos tenemos el deber de defenderlos.

Recordemos que el despido se originó porque se asoció el nombre de la empresa MVS con Méxicoleaks (@Mexleaks), una nueva plataforma digital para la denuncia ciudadana. A MVS no le gustó eso y despidió a dos colaboradores de Aristegui; los que descubrieron “La Casa Blanca”. Después, Carmen pidió que reinstalaran a su equipo y como consecuencia, la empresa de comunicación dio por terminada la relación laboral con la periodista.

Me gustaría señalar el gran honor y compañerismo que mostró la periodista al arriesgar su cabeza (que al final la perdió) para que parte de su equipo de trabajo fuera reinstalado; me refiero a Daniel Lizárraga (@danliza) e Irving Huerta (@ihuertaz) quienes fueron previamente despedidos por la empresa. Esa acción habla de una gran y leal persona.

Jonh Ackerman, en el periódico La Jornada, escribe que el golpe a Aristegui se da en este momento preciso por la coyuntura electoral que se vive, ya que una cobertura del proceso electoral como la que lleva a cabo Aristegui, puede ser perjudicial para el poder corrupto. 1

La orden de callar a Carmen puede venir de los más altos mandos del país en represalia por la divulgación de los documentos sobre “La Casa Blanca” de Peña Nieto, con el mensaje firme de que cualquier voz que diga lo que no es “políticamente correcto” decir, será sancionada fuertemente. Probablemente, supongo yo, que el despido de la periodista ya estaba planeado por alguna orden de algún mandamás y que sólo esperaban un descuido para entonces llevar a cabo el plan de acción.

En este país más vale ser idiota e inculto porque así se puede llegar a la presidencia, que reflexivo y crítico porque lo primero que buscan es desaparecer a esa gente de los medios masivos de comunicación.

Por lo anterior, seguramente, en esta era digital, mediante un programa de radio online y distribuido a través de Youtube, Carmen puede seguir vigente periodísticamente, socialmente y económicamente. Si no, seguramente algún otro medio independiente buscará que esté en sus filas. Y digo independiente porque seguramente Televisa o TVAzteca no la pueden incluir en sus filas debido a la “línea editorial” que manejan. Vienen nuevos tiempos para nuevos proyectos, Carmen.  

Son días oscuros para el periodismo mexicano, para la democracia, para la libertad. Lo menos que queda hacer es leer y seguir informados, así como llevar el debate y la reflexión a nuestros círculos cercanos de convivencia.


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